Las personas nos enfrentamos constantemente a disyuntivas y situaciones de conflicto. Estas situaciones conflictivas pueden ser de distinta intensidad y naturaleza, pero nos hacen tener que negociar continuamente con otras personas para llevar a cabo nuestro trabajo o cualesquiera otras decisiones en la vida.
Saber cómo analizar un conflicto nos ayuda a resolverlos con más competencia y éxito, al tiempo que nos evita costes y sufrimientos innecesarios. Con el método de La Próxima Puerta podrás aprender a resolver conflictos con un mapa para atravesar su Territorio con éxito y seguridad.
Cuáles son los objetivos del análisis y evaluación de los conflictos
Conocer dónde estamos
El primer objetivo de la evaluación de conflictos es entender la situación actual. Con esta comprensión será más sencillo abordar el conflicto y encontrar una solución efectiva que sea mutuamente satisfactoria.
Localizar el origen de la discrepancia
Los conflictos no son solo la foto de la situación de cuando estallan, sino que son también un proceso. Se van desarrollando hasta que una espoleta los hace explotar. Por ello no podemos confundir la gota que colma el vaso con el verdadero motivo del conflicto.
Para ayudarnos a identificar estos motivos, el método de La Próxima Puerta trabaja con 8 prototipos de conflictos: estructurales, operativos, de información, de intereses, de comunicación, de valores, culturales y de comunicación. Conocer la causa del conflicto ayuda a saber qué hay en liza y cómo resolver el problema.
Descubrir los efectos colaterales
La evaluación de conflictos también implica comprender sus efectos secundarios o colaterales. Estos efectos pueden ser negativos, pero también positivos. Pueden producirse en el corto y largo plazo y afectar a los distintos sistemas de las personas implicadas: el personal, familiar, laboral, social,…
Comprender los efectos secundarios negativos nos ayudará a prevenir y minimizar su impacto en el futuro y comprender los efectos secundarios positivos nos ayudará a desarrollar lo que en el método de La Próxima Puerta llamamos la perspectiva ecológica de los conflictos.
Facilitar la resolución de la situación
El objetivo principal de la evaluación de conflictos es ayudar a resolver el problema, identificando, negociando y mediando soluciones creativas para llegar a acuerdos.
Una vez resuelto el conflicto, es conveniente incluir un seguimiento para asegurar que estos acuerdos se implementan de manera efectiva.
Evitar repetir los mismos errores o circunstancias
Finalmente, la evaluación también tiene como objetivo prevenir tanto que los conflictos se conviertan en recurrentes, con el consiguiente peligro de su cronificación, como que surjan otros nuevos.
Cómo examinar los conflictos: el mapa del conflicto
Para examinar los conflictos lo más fácil es hacerlo con método o, lo que es lo mismo, trazando un mapa que nos permita una visión global de la situación a través de sus tres hitos básicos: las personas, el problema y el proceso. Los tres son igual de importantes y se influyen entre sí.
El mapa del conflicto nos permitirá ir en la dirección correcta y dimensionar mejor la situación existente.
.- Las personas:
1) Identificando los implicados principales y secundarios
Los principales implicados son aquellos que directamente están involucrados en la situación y tienen un interés y un papel determinante en el desarrollo y resolución del conflicto. Los implicados secundarios son los que están indirectamente relacionados con la situación conflictiva y, aunque su papel o interés en ella es menor, es importante tenerles también en cuenta, pues bien pueden ser colaboradores o boicoteadores de su resolución.
2) Detectando sus relaciones y tipo de poder
No solo es necesario identificar las partes directas e indirectas del conflicto, sino también cómo se relacionan entre ellas y qué poder e influencia tienen.
3) Las emociones en el conflicto
¿Qué sienten los protagonistas del problema? ¿Cómo les está afectando el conflicto? ¿Qué emociones les está generando y cómo les están influyendo?
II.-El problema
1) Identificar cuál es el problema y, en concreto, cuáles son los puntos de acuerdo y desacuerdo.
Una vez identificados, ¿cuáles son o no negociables? Y, en su caso, ¿cuáles son los temas urgentes a tratar?
2) Detectar las posiciones, los intereses y necesidades de cada parte
En el método de La Próxima Puerta analizamos este punto identificando los códigos P-IN del conflicto y de su solución. Con este código separamos lo que piden las partes (Posición), de lo que realmente quieren o sus verdaderos intereses (Interés), de la necesidad íntima o aspecto del ego que sienten en entredicho (Necesidad).
III.-El proceso
1) Dinámica del conflicto.
Es necesario conocer en qué momento de su ciclo evolutivo se encuentra el conflicto: ¿está escalando, estancado o desescalando?
¿Qué intentos previos han hecho ya las partes para resolverlo? ¿Con qué resultado? ¿Tienen los actores verdadero interés en solucionarlo?
¿Cuál es la interacción de los protagonistas? ¿Cómo se comunican? ¿Cuál es el patrón de interacción entre ellos?
Quiénes intervienen en el estudio de los conflictos
La evaluación de los conflictos debe hacerse tanto por las partes afectadas como por los intermediarios externos que intervienen para ayudar a su resolución.
Intermediarios externos al problema
Los intermediarios que no están involucrados en el conflicto, pero ayudan a las partes a su resolución, pueden provenir de distintas disciplinas en función de los objetivos y metodología de la intervención. Pueden ser, por ejemplo, los abogados, psicólogos, trabajadores sociales, coaches, jueces, árbitros, mediadores, …
El objetivo de la mediación es fomentar la comprensión de la situación desde la perspectiva de todas las partes y restaurar la comunicación rota entre ellas, para poder encontrar soluciones consensuadas al problema, lo que conseguirán con la ayuda del mediador, que intervendrá de manera imparcial, neutral y confidencial.
