Las parejas se enamoran, pero, por desgracia, también se desenamoran. Las discusiones pueden convertirse en diarias hasta un punto de inflexión sin retorno, si no se realiza una buena gestión del conflicto. Se ha desvanecido la burbuja del amor y la paciencia, la tolerancia y el perdón brillan por su ausencia. Habéis cruzado líneas rojas y vuestra relación ya no tiene vuelta atrás. Es el momento en el que decidís que el divorcio es la única solución a vuestros problemas. Pero no queréis que el divorcio sea conflictivo y optáis por divorciaros con la ayuda externa de un mediador de parejas.
En qué consiste la mediación de parejas
La mediación de parejas consiste en un método para romper la relación sentimental de la pareja, pero preservando la de padres. El principal propósito de la mediación de parejas es, con la ayuda de un mediador de parejas, facilitar el espacio y el procedimiento para poder separarse de manera amistosa en el plano sentimental y dejar intacto el plano de la parentalidad.
Para que pueda tener lugar esta mediación es necesario que ambos miembros de la pareja estén de acuerdo en participar en el proceso de mediación. Este será el primer acuerdo que tendrán que negociar para poder separarse de mutuo acuerdo en mediación.
Qué es un mediador de parejas
Un mediador de parejas es un profesional imparcial y neutral, capacitado para ayudar a las parejas a resolver sus conflictos de convivencia o los que surgen como consecuencia de su separación o divorcio. El objetivo de la mediación es restaurar la comunicación deteriorada o rota de las parejas para poder alcanzar acuerdos amistosos y sostenibles teniendo muy en cuenta el interés de los hijos dependientes de ellos, especialmente si son menores o con incapacidad.
Cuáles son las funciones de un mediador de parejas
Un mediador de parejas tiene la función de ayudar a las partes a identificar los puntos de acuerdo y desacuerdo en su conflicto y encontrar lugares de encuentro para estos últimos. Los temas a tratar en una mediación de parejas se dividen en dos grandes bloques: los que tienen que ver con el patrimonio y los que tienen que ver con los hijos.
Una de las ventajas de la mediación de parejas en casos de separación o divorcio es que, además de los temas sobre los que legalmente tendrán que tomar decisiones, podrán también tratar cualesquiera otras cuestiones importantes para ellos, como puede ser, por ejemplo, todo lo relativo a las mascotas de la familia, los días y horarios para usar el coche familiar hasta tanto se resuelva sobre su adjudicación, etc, etc.
Reducción de la tensión del conflicto
La tensión en una relación puede ser elevada y agotadora. Cuando la temperatura emocional es alta, es fácil perder la objetividad y dejar de pensar con claridad.
El mediador de parejas puede ayudaros a rebajar esta tensión y a mantener un ambiente relajado y seguro para argumentar vuestras respectivas posiciones y así generar posibles soluciones satisfactorias para ambos.
Fomento de la comunicación efectiva
El mediador de parejas promoverá la comunicación efectiva entre ambas partes de la relación. Restaurar la comunicación entre la pareja es esencial para el buen fin de la mediación. El mediador de parejas fomentará que ambas partes podáis expresaros y escucharos con libertad, pero con respeto y educación, cualesquiera que sean vuestros diferentes pareceres, garantizando siempre la igualdad de ambos en el proceso.
Si quieres saber más sobre cómo usar la escucha activa para resolver conflictos, te lo explicamos en nuestra publicación.
Aplicación de la escucha activa
Un mediador utiliza técnicas de escucha activa para asegurarse de que ambas partes se sientan escuchadas y comprendidas. Uno de los principales objetivos del mediador es ayudar a las parejas a comprender mejor sus diferencias y a encontrar soluciones que sean beneficiosas para ambas partes.
Guía el proceso, pero no decide
Contar con un mediador de parejas sirve de guía. El conducirá el proceso de resolución del conflicto, pero no tomará las decisiones, las cuales corresponderán solo y exclusivamente a las personas implicadas en el conflicto.
Muchas veces las parejas no cuentan con las herramientas necesarias para afrontar de manera efectiva los problemas que tienen entre ellas. A través del proceso y con las técnicas de mediación, el mediador les ayudará a focalizar las cuestiones que tienen que resolver y a negociarlas de modo que se centren en los verdaderos intereses y necesidades. Solo así conseguirán acuerdos mutuamente satisfactorios, resolver sus principales temores y preocupaciones y que el conflicto no vuelva periódica y recurrentemente.
Prevención o minimización de los conflictos en las familias
La mediación de parejas es también una forma de prevenir y paliar conflictos en las familias extensas, pues muchos de los conflictos que surgen en la pareja tienen que ver con las respectivas familias políticas.
Cuándo acudir a un mediador de parejas
Una vez que hayas agotado la intragestión, esto es, hayas intentado resolver las incomodidades con la otra parte, haciendo los autoajustes necesarios sin poderlas solucionar, y tampoco la intergestión con ella haya dado resultado, es hora de la supragestión con ayuda de profesionales. La mediación es, sin duda, una vía muy recomendable para resolver conflictos entre quienes tienen o han tenido vínculos afectivos o familiares.
Ruptura de parejas de hecho
Cuando una pareja que convive sin estar casada desea poner fin a su relación, puede recurrir también a un mediador de parejas para que les ayude a llegar a acuerdos sobre el reparto de sus bienes y la custodia de sus hijos.
Reparto de los bienes gananciales
En el caso de parejas casadas, seguramente surjan disputas sobre cómo repartir los bienes adquiridos durante el matrimonio. Un mediador de parejas puede ayudar a ambas partes a encontrar un acuerdo equitativo y justo, para que no haya un ganador y un perdedor en este reparto, sino que ambos ganen.
Custodia de los hijos
Si la ruptura no se gestiona correctamente, según los expertos en psicología, puede afectar a la vida de los hijos, como, por ejemplo, desarrollando una baja autoestima o teniendo problemas para gestionar sus emociones.
Por lo tanto, si os enfrentáis a una separación de pareja, es recomendable que contéis con la ayuda de un mediador para gestionarla de manera amistosa y evitando problemas legales y judiciales. El mediador de parejas os ayudará con su experiencia a encontrar las pautas y herramientas más adecuadas para continuar ejerciendo la custodia de vuestros hijos, aunque ya no sigáis siendo pareja.
Adopción de menores
En el momento en el que una pareja desea adoptar a un niño, pueden surgir conflictos durante el proceso de adopción y la forma en que se llevarán a cabo las decisiones que incumben al menor, pues se trata de un proceso largo y complejo, en el que con frecuencia aparecen dudas y conflictos en la pareja. Un mediador puede ayudarles a resolver estas dificultades y mantener su consenso tanto durante el proceso como después de finalizarlo.
Gestión de las deudas pendientes
Dentro de las cuestiones patrimoniales respecto de las que la pareja puede entrar en conflicto a la hora de separarse, están las deudas pendientes entre ellas o contraídas con terceros. Con la ayuda del mediador de parejas podrán llegar a acuerdos sobre la determinación de su importe y la manera de liquidarlas.
Si tienes problemas de pareja y necesitas resolver los conflictos, puedes contactar con nuestros mediadores especialistas de pareja.