Escucha activa para resolver conflictos

La escucha activa para resolver conflictos implica empatizar para mejorar la forma en la que gestionarlos. La gran mayoría de los conflictos interpersonales que se originan lo hacen por una falta o mala comunicación entre las partes implicadas. Los seres humanos somos los únicos seres vivos que tenemos la capacidad de desarrollar la escucha activa la resolución de discrepancias. Únicamente nosotros estamos diseñados para captar mensajes complejos, interpretarlos y dar una respuesta clara al emisor del mensaje. 

 

En qué consiste la escucha activa en la resolución de discrepancias

La escucha activa es crucial que sea puesta en práctica por todos los involucrados en la resolución de un conflicto. La atención consciente y empática a la otra persona puede llegar a ser el punto clave para llegar a un acuerdo amistoso. Al enfrentarte a una mediación o a un conflicto interpersonal debes escuchar con una actitud abierta, sin interrupciones, pero cuidando tu lenguaje no verbal, para conseguir que sea positivo, y así aumentar la confianza y reducir la tensión de la situación. En una mediación, lo más importante es identificar las necesidades de las personas implicadas para ayudarles a encontrar una solución satisfactoria. 

 

Para qué sirve la escucha activa en la resolución de problemas

La cantidad de usos que se le puede dar a la escucha activa en la resolución de problemas es innumerable. Por eso, veremos a continuación cuáles son los más extendidos en la resolución de conflictos interpersonales. 

Exponer las versiones de los implicados

La escucha activa permite a ambas partes exponer y explicar su versión del conflicto sin ser interrumpidas o deslegitimadas. Al implementar la escucha activa, las dos partes implicadas pueden llegar a tener una comprensión completa y justa de los hechos y de las opiniones en juego.

Conocer las versiones y los intereses reales

La escucha activa permite conocer las verdaderas motivaciones y necesidades detrás del conflicto. Esta función es esencial para conocer cuál puede ser la solución satisfactoria para ambas partes. 

Valorar lo expresado en la reunión

Entre las funciones de la escucha activa para resolver disputas también se encuentra la necesidad de mostrar interés por lo que las partes están diciendo. Es crucial mostrar respeto y consideración, ya que puede ser algo crucial en el proceso de resolución del conflicto. 

Generar un clima agradable

Contar con un clima de confianza y entendimiento es fundamental en los procesos de mediación para aumentar la probabilidad de llegar a soluciones satisfactorias para todas las partes. 

Aumentar la confianza para expresarse

La escucha activa permite a las personas sentirse confiadas para expresarse y compartir sus pensamientos y emociones. Es la manera de que se sientan escuchados y comprendidos. 

Transmitir tranquilidad a los individuos

En el momento en el que las partes se sienten escuchadas y valoradas entre ellas y por el mediador, se reduce la tensión y el estrés tan presentes en los conflictos.

Fomentar la participación de los miembros

El mediador de conflictos, además de practicar la escucha activa, debe involucrar a todas las partes en el proceso y fomentar su mutua cooperación. Este punto es fundamental para poder llegar a acuerdos amistosos, sin necesidad de escalar el conflicto con tediosos procesos judiciales o arbitrajes. 

Esta técnica puede ayudarte si no sabes qué hacer después de una discusión fuerte con tu pareja, ya que el escuchar a la otra parte es importante para eliminar mal entendidos o saber lo que necesitan ambas partes.

 

Cómo aplicar la escucha activa para solucionar conflictos

Ser conscientes del mensaje

Ser conscientes del mensaje que expresa el otro. Para ello hay que estar atento y presente. Es necesario dejar de lado cualquier distracción o pensamiento que no se centre en escuchar a la persona. Para poder escuchar activamente es fundamental tener una mente abierta y sin prejuicios. 

Detectar las emociones subyacentes

La escucha activa va más allá de las palabras de la otra persona. Hay que saber interpretar sus gestos y movimientos para poder entender sus emociones, pues éstas nos darán tanta o más información que la comunicación verbal. 

Recapacitar sobre la versión escuchada

Reflexionar sobre el mensaje escuchado, ayuda a comprender la otra perspectiva y ofrece la posibilidad de ponernos en lugar del otro. 

Resumir la información expresada

Recapitular lo escuchado ayuda a sistematizar y a verificar que se ha entendido bien. 

Supone una demostración de que hemos escuchado atentamente y que hemos comprendido correctamente su punto de vista. 

Detectar las palabras clave

Entender, conocer y detectar las palabras y frases clave que ha utilizado la persona es útil para empezar a buscar soluciones y para tener una idea clara de los temas más importantes en el conflicto. 

 

Ejemplos de ejercicios para practicar la escucha activa

Para poder desarrollar la escucha activa y así aplicarla en la resolución de conflictos, es fundamental que conozcas ejemplos y ejercicios de este tipo de escucha.

Centra tu atención y postura hacia la otra persona

Es conveniente que la persona que transmite el mensaje tenga toda la atención del receptor. La postura y los gestos dicen mucho de esta atención. Por ejemplo, mantener el contacto visual y asentir con la cabeza son gestos sencillos, pero muy eficaces para transmitir confirmación. 

Evita realizar interrupciones

Es fundamental permitir que la otra persona exprese sus pensamientos y emociones sin ser interrumpida. En ocasiones, cuando no se está de acuerdo con lo que transmite una persona, puede ser tarea difícil, pero es esencial para establecer una comunicación efectiva. 

Escucha sin enjuiciar

Uno de los principales objetivos de la escucha activa es comprender la perspectiva de la otra persona sin criticar sus opiniones. Por lo tanto, es crucial escuchar sin juzgar ni prejuzgar.  

Muestra un lenguaje no verbal positivo

Asentir con la cabeza, sonreír y mantener una postura relajada, puede ayudar a transmitir que estás escuchando activamente y que valoras lo que la otra persona está diciendo. El lenguaje no verbal marca la diferencia de la escucha activa. Aunque no lo creas, tus gestos hablan por ti más que tus palabras. 

Respeta los turnos de palabra

Es importante respetar los turnos de palabra y no interrumpir. Si tienes alguna duda, pregunta cuando llegue tu momento para garantizar una comunicación fluida, que garantice una clara comprensión recíproca. 

Desde nuestra empresa especializada en mediación, te podemos ayudar en cualquier conflicto que no consigas solucionar.

 

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