Mediación sanitaria

La mediación sanitaria es un método con el que se consiguen resolver conflictos entre los profesionales de la salud, entre estos profesionales y los pacientes o entre los usuarios y la institución sanitaria.

La mediación sanitaria es llevada a cabo por mediadores especializados en el ámbito sanitario.

Los mediadores son profesionales independientes, imparciales y capacitados para ayudar a las partes involucradas a encontrar soluciones mutuas a sus conflictos y discrepancias.

Qué es la mediación en el ámbito sanitario

La mediación en el ámbito sanitario consiste en resolver los conflictos que puedan surgir entre las diferentes personas que interactúan dentro del sistema sanitario, ya sea privado o público. Por fortuna, existen formas de solucionar los problemas que se pueden originar en estos ecosistemas complejos, sin necesidad de recurrir a métodos más agresivos, costosos y largos, como la vía judicial o el arbitraje.

Qué es la mediación en el ámbito sanitario

Ventajas

La mediación resuelve los conflictos sanitarios que surgen en los hospitales, centros sanitarios, clínicas, consultas u ONGs de manera pacífica, pronta, económica y positiva.

El principal objetivo de esta mediación es llegar, de forma colaborativa, a un acuerdo satisfactorio para todas las partes que están implicadas. Se consigue a través de un mediador imparcial y neutral, que se encarga de crear un espacio seguro para que las partes puedan restaurar la comunicación rota y así alcanzar una solución buena y sostenible para todas ellas.  

Ejemplos

Algunos ejemplos de situaciones conflictivas en este contexto te ayudarán a entender mejor qué es la mediación sanitaria. Así, por ejemplo, conflictos sobre tratamientos médicos, negligencias médicas, problemas de comunicación con el personal médico, agresiones al personal sanitario, desacuerdos y demoras en la asistencia sanitaria, supresión de citas previas, actos quirúrgicos indebidos o actitudes negativas del personal sanitario,… Con estos ejemplos de situaciones conflictivas frecuentes es fácil comprender la eficacia de un proceso para resolverlas en un ambiente tranquilo, seguro, confidencial e igualitario.

Principios de la mediación sanitaria

La mediación sanitaria tiene unos principios básicos para que se desarrolle de manera eficaz y con todas las garantías. Estos principios afectan tanto al profesional encargado de la mediación, como a las partes que la eligen como procedimiento específico para resolver los daños sanitarios ocasionados.

Voluntariedad

El principio de voluntariedad consiste en la libertad que tienen las partes para iniciar y terminar el proceso de mediación en cualquier momento, así como la libertad para llegar o no a acuerdos durante la misma. El mediador también tendrá libertad para no iniciar o dar por finalizado el proceso, cuando entienda que no se dan los presupuestos necesarios para su buen fin.

Igualdad

El principio de igualdad consiste en que ambas partes deben encontrarse en la misma situación de partida y de negociación durante el proceso de mediación. El mediador deberá velar y garantizar que así sea y para que ambos bandos se sientan seguros de contar con las mismas condiciones para poder adoptar acuerdos válidos, mutuamente aceptables y satisfactorios.  

Principio de flexibilidad y celeridad

Gracias a este principio, la mediación es un procedimiento con una tramitación muy flexible y rápida, lo que supone una gran diferencia con otros procedimientos de resolución, como el judicial, caracterizado por su gran rigidez, complejidad y lentitud de trámites. El mediador diseñará el procedimiento de la forma más conveniente para que las partes encuentren sus mejores acuerdos y soluciones lo antes posible.

Confidencialidad

El principio de confidencialidad concierne tanto al mediador como a las partes, pues, salvo un acuerdo expreso en contrario (mediaciones abiertas), la norma general es que todo lo actuado en mediación sea confidencial y, por lo tanto, no pueda llevarse a juicio, ni mediante la prueba de testigos, ni tampoco mediante la prueba pericial.

Imparcialidad y neutralidad

Este principio concierne especialmente al mediador del proceso. Consiste en que no podrá posicionarse de lado de ninguna de las posturas implicadas y tampoco imponer su propia solución. Durante todo el proceso deberá mantenerse equidistante de las partes y promoviendo el acuerdo entre ellas, pero sin imponerles ni dirigirlas hacia ninguna solución concreta.

Probidad

El principio de probidad concierne tanto al mediador como a las partes, pues todos ellos deberán conducirse durante el procedimiento de manera honesta y leal. Dicho de otra manera, con transparencia y buena fe.  

Cómo es la mediación sanitaria en España

En nuestro país existen numerosos programas y experiencias de mediación implantadas en hospitales, clínicas, centros médicos y ONGs. Todas ellas ponen de manifiesto las ventajas de este procedimiento para prevenir conflictos y para evitar su escalada y cronificación.

 

Algunos ejemplos de estas iniciativas son el programa denominado “Nuevos Ciudadanos Nuevos Pacientes” dentro del Departamento de Salud Pública del Hospital Ramón y Cajal de Madrid o el llamado “modelo Abarca” del grupo HM Hospitales de Bilbao, con el que se creó una estructura especifica catalizadora del proceso de intermediación para aquellas reclamaciones de riesgo que ocurrían en los hospitales del grupo.

 

Esta tendencia a nivel nacional viene siendo cada día más respaldada a nivel internacional y concretamente desde las propias instancias comunitarias, donde la Comisión Europea en su Recomendación 98/257/CE impulsaba la resolución amistosa de los litigios en el ámbito de la sanidad y el consumo, definiendo un marco común de los principios rectores de los órganos extrajudiciales y facilitando la creación de una red europea para la resolución de las reclamaciones de los consumidores.

Personas y Soluciones y la mediación sanitaria

El equipo de mediación sanitaria de Personas y Soluciones realiza con la más alta cualificación y garantías procesos de mediación para hospitales, clínicas, centros sanitarios y ONGs,  que no dispongan de este recurso o que, incluso contando con él, pero por las circunstancias del caso, prefieran externalizar este servicio para una mayor eficacia en la resolución de los conflictos surgidos en el seno de estas empresas y organizaciones.

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