Causas de conflictos laborales

Las causas de los conflictos laborales son tan diversas como problemas pueden originarse en el entorno laboral. El conocimiento de estas causas facilita su resolución. Cuando no hay un buen ambiente de trabajo las empresas corren el riesgo de perder su capital humano. Cualquier trabajador preferirá, a iguales condiciones, ambientes laborales saludables y no tóxicos. Por ello es importante apostar por culturas corporativas que se ocupen de las desavenencias de los trabajadores, con estrategias colaborativas eficaces para su prevención y resolución.

Por qué aparecen los conflictos laborales en empresas

Los motivos por los que aparecen los conflictos laborales suelen obedecer a una pluralidad de factores. Esta diversidad causal se traduce en un abanico de tipologías conflictuales, que no presentan ni la misma intensidad ni gravedad y, por ende, tampoco las mismas consecuencias. Los procesos conflictivos son complejos y frustrantes. También los que surgen en contextos laborales. Las principales consecuencias de la conflictividad laboral son la pérdida de productividad y, como hemos referido antes, una menor competitividad en el mercado.

Principales fuentes de conflictos laborales entre trabajadores

Veamos a continuación las principales causas de los conflictos laborales entre compañeros:

Poca disponibilidad de recursos o herramientas

Puede que tus trabajadores consideren que no cuentan con los recursos necesarios para llevar a cabo sus tareas. O puede que las fricciones se produzcan porque estos recursos no estén repartidos de manera equitativa. En uno y otro caso es fácil que el equipo se contagie de frustración, descontento generalizado e, incluso, resentimiento. Estas emociones negativas pueden llegar a ser muy contaminantes en el trabajo.

Diferentes objetivos o estilos de trabajo

Otra causa relacionada con los conflictos laborales de tus trabajadores se produce cuando los objetivos y estilos de trabajo que tienen y aplican son diferentes. Son frecuentes los conflictos debidos a diferencias en la identificación y materialización de objetivos, así como en la manera en que se enfocan las tareas y procesos, en definitiva, en la forma en que se realiza el trabajo.

Diferencias en los puntos de vista

Las diferencias en el modo en que los trabajadores ven una situación o en sus opiniones pueden también provocar conflictos. Y si además no cuentan con las herramientas y habilidades de comunicación necesarias para expresar estos distintos puntos de vista de manera asertiva, la cosa se complica. Pues, a las diferencias en la forma de ver las cosas, se unirán los conflictos de comunicación.

Competencia de roles profesionales

Cuando los roles, las funciones, tareas o responsabilidades no están bien definidas se producen conflictos en torno a ellas. Puede ser tanto por solapamiento, generando duplicidades, como por falta de cobertura por persona alguna, lo que dará lugar a lagunas importantes que afectan al resultado final. Una competitividad insana por estas responsabilidades y funciones puede llegar a convertirse en otro grave conflicto laboral.

 

Competencia de roles profesionales

Sentimiento de amenaza del puesto de trabajo

Cuando el entorno laboral es inestable o inseguro y los trabajadores perciben que su puesto de trabajo está en peligro, pueden sentir ansiedad y resentimiento, lo que provocará conflictos. Cuando los nervios están a flor de piel, la susceptibilidad y sensibilidad se disparan, la asertividad se resiente y la mala comunicación genera conflictos organizacionales. 

Vulneración de valores

A veces el motivo del conflicto son los valores. Ya sean los corporativos, ya sean los personales de algún miembro del equipo. Se producen conflictos de valores cuando entran en colisión y unos se imponen a otros. El respeto recíproco y la negociación frente a la imposición son cruciales para resolver adecuadamente estas situaciones de conflicto.

Aplicación de políticas impredecibles

Cuando no se planifican las políticas del lugar de trabajo, quedando al albur de improvisaciones y cambios constantes e impredecibles, los conflictos aparecerán como una consecuencia inevitable. La planificación estratégica es el principal antídoto para este tipo de conflictos laborales.

Falta de comunicación entre los directivos y empleados

Cuando fallan los puentes de comunicación entre la cúpula directiva y la plantilla de la empresa se producirá una brecha insalvable entre lo que unos y otros piensan y hacen, lo que afectará a la cohesión de la empresa y al cumplimiento de sus objetivos. Es necesario mantener saneados y actualizados las vias de comunicación entre unos y otros para sumar y no restar.

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Ausencia de reconocimiento del esfuerzo y logros

La motivación y el compromiso son el motor de la productividad en cualquier empresa. Para mantenerlos en niveles bien altos es necesario aplicar una conveniente cultura de reconocimiento al esfuerzo y los logros. La falta de implicación en el trabajo es una continua fuente de conflictos que solo podrá prevenirse mediante vías de reconocimiento y compensaciones al trabajo bien hecho por parte de los trabajadores.

Cómo solucionar los malentendidos en el trabajo entre compañeros

Identificados los principales núcleos de conflictos laborales en tu empresa, es necesario que establezcas los canales adecuados para prevenirlos y gestionarlos una vez que surjan. A través de estos canales evitarás su escalada innecesaria y conseguirás que, en vez de obstáculos, se conviertan en una oportunidad de crecimiento y mejora para tu empresa.

Comunicación clara y fluida con el equipo

La comunicación es una herramienta esencial para evitar y resolver malentendidos en el trabajo. La comunicación asertiva, clara y fluida con y entre los miembros de tu equipo te ayudará a prevenir y solucionar conflictos, mejorando ostensiblemente el ambiente laboral.

Tratamiento correcto de la plantilla y reconocimiento

No solo debes velar porque sea correcta la comunicación en la empresa, sino también porque el comportamiento en ella sea el adecuado. El tratamiento igualitario y respetuoso es imprescindible para que las relaciones laborales fluyan y no se vuelvan tóxicas. Pero además, como hemos dicho con anterioridad, no se trata de cumplir con este mínimo, sino de dar un paso más hacia el reconocimiento y las merecidas compensaciones.

Mediadores especializados en empresas

Si los conflictos de tu empresa no cesan con las soluciones anteriores, no lo dudes, cuenta con la ayuda de mediadores profesionales especializados en la resolución de conflictos en empresas.

El mediador es una figura independiente e imparcial que se encargará de escuchar a ambas partes para identificar la raíz del problema y hacer posible que lleguéis a un acuerdo amistoso y satisfactorio para ambas partes.

Personas y Soluciones pone a tu disposición la dilatada experiencia de sus equipos de mediadores para la prevención y resolución de conflictos en empresas y organizaciones.  Si quieres conocer más sobre nuestros servicios, no dudes en contactar con nosotros, estaremos encantados de atenderte.  

 

 

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